Mantén una distancia adecuada con la bicicleta que te antecede, así tendrás tiempo para frenar en caso de que el otro ciclista frene de manera brusca. Nunca traslades personas sobre el manubrio, ya que dificulta tu equilibrio y la probabilidad de sufrir un accidente de tránsito aumenta.

Al entrar a un camino, mira hacia ambos lados para asegurarte de que no venga ningún vehículo. Respeta siempre los semáforos y ceda el paso frente a los peatones.

Nunca saques las dos manos del manubrio. Sólo suelta una mano cuando necesites hacer alguna seña a fin de que los demás conductores sepan qué movimiento vas a hacer, esto es muy importe, sobre todo si vas a realizar algún viraje.

No compitas ni adelantes de forma temeraria, tampoco zigzaguees entre vehículos ni te tomes de otro vehículo para aumentar tu velocidad, acciones como estas te ponen en serio peligro. Además, debes tener en cuenta que, en situaciones de pavimento mojado o con arena, la capacidad de frenado de tu bicicleta será menor, por lo que debes tomar la precaución de reducir la velocidad en tales circunstancias.

Siempre debes prestar atención a la ruta y a las condiciones del entorno, sobre todo a las puertas que se abren inesperadamente, a los vehículos que vienen en sentido contrario, a los pasajeros que bajan de un bus detenido, a los hoyos en el camino y a los intermitentes de los demás vehículos.